La información fue revelada por la revista especializada Variety.

El acuerdo, calificado como uno de los mayores de este tipo (en el último tiempo), habría concluido tras décadas de conflicto interno entre los miembros del grupo, principalmente entre Roger Waters y David Gilmour.

El pacto incluye los derechos de la música ya grabada y los de nombre e imagen, pero no los de composición que pertenecen a los autores individuales.

Como dato: Sony ha invertido más de 1.000 millones de dólares en los catálogos de intérpretes como Bruce Springsteen y Bob Dylan. Entre las discográficas interesadas estuvieron en el pasado Warner Music y BMG, pero polémicas declaraciones de Waters sobre Ucrania, Rusia e Israel parecieron influir en que no saliera adelante.