«Si tal decisión ha sido efectivamente formulada y puesta en conocimiento del régimen de Kiev, entonces, por supuesto, se trata de una escalada de tensión cualitativamente nueva y de una situación cualitativamente nueva en términos de implicación de Estados Unidos en este conflicto. Y, quizá, ante todo, tomaremos esto como punto de partida», aseveró Peskov.

Por otra parte, señaló que el presidente ruso, Vladímir Putin, ya dejó claras las repercusiones que traería consigo una decisión semejante para Moscú. «Aquí, la posición de nuestro presidente, la posición de la parte rusa fue formulada muy claramente y sin ambigüedades en su declaración, […] fue hace unos meses, […] sólo les recomiendo que vuelvan a esas palabras», recordó el vocero. «Por el momento hay publicaciones en medios de comunicación occidentales, pero está claro que la Administración saliente en Washington tiene intención de seguir echando leña al fuego y de provocar una escalada de tensión en torno a este conflicto», agregó Peskov.

En septiembre, Putin afirmó que, si se tomara la decisión de permitir que Ucrania ataque con armas occidentales de largo alcance la parte profunda del territorio ruso internacionalmente reconocido, eso significaría que los países de la OTAN «están en guerra con Rusia». «Si se toma esta decisión, significará, nada menos, que la implicación directa de los países de la OTAN […] en la guerra de Ucrania. Esa es una implicación directa», declaró en aquel entonces.

  • El domingo, medios occidentales informaron que el presidente de EE.UU., Joe Biden, había dado luz verde al régimen de Kiev para lanzar ataques con misiles de largo alcance contra la provincia rusa de Kursk.
  • Desde que recibió los Storm Shadow y ATACMS, Kiev ha atacado con dichas armas en reiteradas ocasiones la península rusa de Crimea, así como las cuatro nuevas regiones de Rusia (repúblicas de Donetsk y Lugansk, provincias de Jersón y Zaporozhie), territorios que Ucrania considera como propios.