Un fenómeno doloroso —y en gran parte silenciado— ha encendido las alarmas en Chile: el abandono sistemático de adultos mayores tras recibir el alta médica en hospitales públicos. Según cifras recopiladas por la ONG Mente Sana, más de 11.770 personas mayores fueron dejadas en centros asistenciales entre 2018 y 2025, sin que ningún familiar acudiera a recogerlas, incluso semanas después de concluir sus tratamientos.
La directora de la organización, Carola Rivero, abogada y exalcaldesa de Independencia, ha visibilizado públicamente este fenómeno, al que califica como “una violencia familiar invisible”.
Un caso reciente ilustra con crudeza esta situación. En el Hospital San José, Marta, una mujer de 82 años, fue dada de alta tras una cirugía menor. Pese a las reiteradas notificaciones a su familia, nadie apareció. Solo la intervención del equipo social del hospital y la coordinación con la municipalidad permitió su traslado. “Ningún hijo apareció. Marta no está sola. Hoy son miles los adultos mayores que, como ella, quedan simplemente abandonados por sus propios hijos”, denuncia Rivero.
Violencia sin golpes, pero con consecuencias
El abandono no es un hecho aislado. De acuerdo con cifras del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), solo en 2023 se registraron más de 9.000 denuncias por maltrato o abandono de adultos mayores, la mayoría cometidas por familiares directos.
A esta precariedad relacional se suma una vejez marcada por la inseguridad económica. Datos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) revelan que un 32,4% de los adultos mayores está en riesgo de desnutrición, y un 15,9% vive inseguridad alimentaria severa o moderada.
“El abandono familiar es una violencia blanda. No deja marcas físicas, pero produce un daño profundo: un aislamiento que destruye el último tramo de la vida de nuestros mayores”, afirma Rivero.
Un vacío legal que normaliza el abandono
Aunque el Código Civil chileno establece que los hijos deben apoyar económicamente a sus padres en caso de necesidad, la norma carece de mecanismos efectivos de cumplimiento. “No existen registros de deudores, no hay sanciones, no hay retenciones automáticas. Cuando un hijo decide desentenderse, simplemente nadie lo obliga a responder”, acusa Rivero.
“Ley Hijito Corazón”: una respuesta legal inspirada en el modelo de pensiones alimenticias
Ante este escenario, la directora de Mente Sana anunció que está trabajando en una propuesta legal que buscará patrocinio parlamentario en las próximas semanas. Se trata de la “Ley Hijito Corazón”, un proyecto inspirado en la Ley Papito Corazón, que establece sanciones para los deudores de pensiones alimenticias a hijos menores.
El objetivo de la nueva iniciativa es garantizar el cuidado y sustento económico de padres y madres adultos mayores abandonados por sus hijos.
Elementos clave de la propuesta:
Obligación legal de brindar apoyo económico y cuidado a padres en situación de necesidad.
Condiciones para demandar: filiación legal reconocida, comprobación de necesidad económica del adulto mayor y una mediación familiar previa.
Mecanismos de cumplimiento:
Creación de un Registro Nacional de Deudores de Alimentos Mayores.
Retenciones automáticas de fondos previsionales, bancarios y laborales.
Sanciones administrativas como la suspensión de licencias de conducir, restricciones financieras e inhabilidad para ejercer cargos públicos.
Se contemplan excepciones en casos de abandono parental grave o injuria atroz por parte de los progenitores.
El proyecto busca abrir un nuevo debate sobre el rol legal y ético de las familias frente a una población que crece y envejece en un sistema que aún no está preparado para enfrentar la soledad como forma de violencia estructural.
- Esta noticia fue redactada por los profesionales de Club Retro Hits. Se prohíbe su publicación sin citar la fuente