El delantero francés del PSG, Ousmane Dembélé, se consagró este lunes como el ganador del Balón de Oro 2025, premio que entrega la revista France Football y cuya ceremonia se celebró en el Teatro del Châtelet de París.

El futbolista de 28 años superó en las votaciones al español Lamine Yamal (FC Barcelona), quien quedó en el segundo lugar, y al mediocampista portugués Vitinha (PSG), que se ubicó tercero.

SU TRAYECTORIA

Ousmane Dembélé es hoy una de las figuras más reconocidas del fútbol internacional, actualmente brillando en el Paris Saint-Germain y la selección francesa.

Sin embargo, sus inicios estuvieron lejos de los focos y el glamour. Nacido en Vernon, una pequeña ciudad de Normandía, en 1997, Dembélé se crió en un entorno humilde. Su pasión por el balón era evidente desde niño, y a los 13 años dio el salto crucial al prestigioso centro de formación del Stade Rennais. Fue allí donde, alejado de su familia y en un entorno de alta exigencia, su talento excepcional comenzó a pulirse, debutando con el primer equipo en 2015 y deslumbrando a toda Europa con su desborde, velocidad y técnica.

El salto a la elite y las sombras de las lesiones

Su explosión en la Ligue 1 no pasó desapercibida. Tras solo una temporada en Rennes, el Borussia Dortmund alemán pagó 15 millones de euros por su ficha. En Alemania, Dembélé se consolidó como una joven promesa mundial, siendo pieza clave y mostrando un rendimiento espectacular que culminó con un traspaso histórico al FC Barcelona en 2017, por una cifra que rondó los 105 millones de euros, más variables. Su llegada al Camp Nou estaba destinada a marcar una era, pero su etapa en el club blaugrana se vio marcada por una constante lucha contra las lesiones musculares. Aunque mostró destellos de su genialidad y ganó títulos de LaLiga y Copa del Rey, la irregularidad física le impidió alcanzar la continuidad que todos esperaban.

Un nuevo capítulo en el PSG y campeón del mundo

En 2023, como agente libre, Dembélé firmó con el Paris Saint-Germain, iniciando un nuevo capítulo en su carrera más cerca de su hogar. Bajo la dirección de Luis Enrique, ha recuperado protagonismo y estabilidad, siendo un jugador clave en el esquema del equipo. Lejos de los campos, Dembélé es conocido por ser una persona reservada, amante de los videojuegos y la música, que cuida de su familia y amigos de la infancia. Su palmarés, que incluye el anhelado título de la Copa del Mundo de 2018 con Francia, es el testimonio de un viaje increíble: el del niño de Vernon que, con un balón en los pies, conquistó el mundo a fuerza de talento y resiliencia.