La obesidad clínica es una enfermedad crónica y multifactorial, caracterizada por la acumulación excesiva de tejido adiposo, lo que genera disfunciones metabólicas y limita significativamente la vida cotidiana. En Chile, la situación es crítica: según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, el 74,2 % de los adultos presenta malnutrición por exceso. De ellos, un 34,4 % vive con obesidad y un 39,8 % con sobrepeso. Estas cifras reflejan un aumento preocupante respecto a la encuesta anterior (2009-2010), en la que la obesidad afectaba al 25,1 % de la población adulta.
Impacto integral: más allá del peso
La obesidad tiene consecuencias profundas que van mucho más allá del peso corporal. Se asocia con más de 200 enfermedades, afectando todos los órganos y sistemas del cuerpo. Entre las más comunes están la hipertensión arterial, dislipidemias, apnea del sueño y patologías osteoarticulares. Pero el impacto no es solo físico: también afecta la salud emocional, la vida social y la calidad de vida global.
Además, las personas con obesidad enfrentan estigmatización frecuente, lo que dificulta el acceso oportuno a tratamientos y perpetúa un ciclo de deterioro en la salud general.
Tratamiento integral y avances médicos
El abordaje de la obesidad requiere una estrategia multidisciplinaria: evaluación nutricional, apoyo psicológico y modificaciones sostenibles en el estilo de vida. Sin embargo, cuando estas medidas no son suficientes, se recurre a tratamientos farmacológicos, procedimientos endoscópicos o cirugía bariátrica.
“La cirugía bariátrica ha demostrado ser la opción más efectiva para alcanzar y mantener una pérdida de peso significativa, controlar enfermedades asociadas y prevenir otras, mejorando así la calidad y expectativa de vida a largo plazo”, señala el Dr. Rodrigo Muñoz, cirujano digestivo de Clínica UANDES y presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica.
El especialista advierte, sin embargo, que los nuevos tratamientos farmacológicos, aunque prometedores, enfrentan barreras importantes: su alto costo y la necesidad de uso crónico. “La suspensión del medicamento suele asociarse a la recuperación del peso perdido”, advierte.
Eficacia probada y reducción de riesgos
A pesar de los prejuicios, la cirugía bariátrica cuenta con respaldo científico contundente. No solo permite controlar la diabetes tipo 2 y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino que también disminuye la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Estudios recientes incluso indican que reduce la recurrencia y mortalidad en pacientes con antecedentes oncológicos.
Realizada por equipos acreditados y en centros especializados, los beneficios superan ampliamente los riesgos.
Ampliación del acceso: el rol del PAD
A nivel global, se estima que menos del 1 % de quienes podrían beneficiarse de esta cirugía acceden realmente a ella. En Chile, uno de los principales obstáculos ha sido el costo de la intervención y la limitada cobertura de los seguros.
No obstante, el país ha dado un paso clave. En 2022, Fonasa incorporó la cirugía bariátrica al sistema de Pago Asociado a Diagnóstico (PAD), facilitando su cobertura. “Chile ha sido pionero en mejorar el acceso a este tratamiento. Desde su incorporación, miles de personas han podido beneficiarse de una intervención que mejora la salud, reduce la mortalidad y disminuye el gasto público en salud a largo plazo”, destaca el Dr. Muñoz.
Actualmente se realizan entre 25.000 y 28.000 cirugías bariátricas anuales en Chile, lo que representa un avance significativo en el tratamiento de una de las enfermedades más prevalentes y menos comprendidas por la opinión pública.
“El compromiso del Estado ha sido fundamental. Hoy, gracias al PAD, Chile se posiciona como un referente en el tratamiento integral de la obesidad, con una mirada centrada en el paciente y en la equidad de acceso”, concluye Muñoz.
- Esta noticia fue redactada por los profesionales de Club Retro Hits. Se prohíbe su publicación sin citar la fuente
/editor
.