Los huertos comunitarios no solo proveen alimentos, sino también un propósito diario. Ciudades como Buenos Aires, Medellín y Ciudad de México han creado huertos urbanos exclusivos para adultos mayores, donde pueden compartir conocimientos agrícolas con jóvenes. Estudios demuestran que esta actividad reduce la depresión un 40% al combinar actividad física, conexión con la naturaleza y socialización.

Cómo replicarlo en Chile:

  • Busca municipios que cedan terrenos baldíos.

  • Organiza jornadas de intercambio: ellos enseñan a sembrar; los jóvenes ayudan con tareas físicas.

  • Incluye meriendas grupales con lo cosechado.
    Testimonio: «Aquí hablamos de tomates y de la vida. Ya no me siento invisible», dice Rosa, 78 años, participante en Medellín.

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