El fenómeno K-pop cruzó fronteras tecnológicas: SUREN, la boy band surcoreana, cerró su gira Phantom Lights en la Ciudad de México con un concierto que mezcló miembros reales y avatares holográficos en 3D. Los cinco integrantes «interactuaron» con proyecciones de sí mismos bailando en el aire, mientras drones formaban corazones sobre el público. La estrella fue Minho, cuyo holograma realizó un backflip desde 20 metros de altura.
El evento, visto por 85 mil personas, recaudó fondos para becas de baile en comunidades indígenas. «Queríamos unir futuro y tradición», dijo Kim Ji-woo, líder del grupo. Sin embargo, hubo críticas: algunos fans lamentaron que «los hologramas restan calidez humana». Pese a ello, SUREN ya planea un álbum colaborativo con artistas latinos como Bad Bunny y Lila Downs.
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